Los términos sadismo y masoquismo son un homenaje al marqués de Sade y al escritor Leopold von Sacher-Masoch. El primero fue un filósofo francés que pasó parte de su vida cautivo y llevó una vida aislada debido a sus obras eróticas (mujeres torturadas por placer). Y Leopold Masoch fue un periodista austriaco, cuya obra más famosa habla de un personaje que tiene un orgasmo mientras es golpeado y humillado por el amante de su esposa. Más adelante, te hablaremos de las maquinas del amor.
Máquinas del amor
Bondage significa el arte de atar a las personas, es decir, por placer, por estética o por restricción. Las personas pueden ser atadas con cuerdas, cadenas, hierros, esposas.
Disciplina significa, disciplinar o ser disciplinado por una persona con diversos fines. Aunque sea consentida, la disciplina suele ir más allá de una simple relación de dominación porque, para reforzar el cambio de comportamiento deseado, necesitamos manipular a la persona entrenada y hacer que empuje los límites hacia sí misma.
La dominación y la sumisión es una relación dinámica en la que una persona se somete a otra, y ésta, toma el control de la situación. Es el caso de la persona que se deja atar, humillar, golpear y hacer cosas por objetivos que pueden o no ser sexuales.
El sadismo es cuando una persona siente placer al causar dolor a otra persona. Fuera del BDSM, sádico es el adjetivo que se suele dar a las personas que consideramos muy crueles, como los violadores o los asesinos en serie. En el BDSM, podemos utilizar la palabra sádico, para destacar a las personas que les gusta un tipo de sexo seguro y consentido donde pueden causar dolor en sus parejas.
El masoquismo es lo contrario del sadismo y es cuando a alguien le gusta recibir dolor. La palabra también tiene diferentes connotaciones fuera del BDSM, por lo general se utiliza para describir a las personas deprimidas, que les gusta estar expuestos a malas situaciones y luego tener las penas de la vida. En el BDSM, masoquista es sólo una persona que se complace en el dolor, y esto no es necesariamente erótico. El BDSM no tiene una definición exacta y, como subcultura, abarca muchas prácticas y fetiches que no encajan del todo en las siglas. Es el caso de las personas obsesionadas por los pies o los amantes de la ropa de cuero, por ejemplo. No importa cuál sea tu género, color, clase o credo. Puedes ser lo que quieras, cambiar de rol, etc. Tus preferencias son el límite.
Hoy en día el BDSM se basa sobre todo en la seguridad y el acuerdo.
El fantástico mundo de las máquinas del amor
Adentrémonos ahora en el fantástico mundo de las máquinas sexuales. Quizás no lo sepas, pero alrededor de 1850, estas máquinas fueron creadas para «curar» la histeria de las mujeres. SÍ, los hombres de entonces pensaban que estas máquinas eran terapéuticas para las mujeres, ya que los orgasmos son muy relajantes.
Con los años todo mejora en cualquier industria, igual que las máquinas del amor también han llegado al siglo XXI.
A los hombres les horrorizaba que las mujeres pudieran estar ‘un poco fuera de control’, y con ello, crearon estos increíbles artículos. Por supuesto, pronto estos artículos acabaron siendo artículos sexuales, y no sólo para las mujeres. En el museo se pueden ver algunas de estas preciosas y antiguas máquinas sexuales. Todo ello para aumentar, mejorar, satisfacer el acto sexual. Y no sólo para un individuo o una pareja. Muchas de las máquinas fueron hechas para complacer también a grupos de orgías, manejar un trois, etc.
Y entre todo eso, encontrarás: zapatos fálicos, reliquias eróticas, sandalias usadas por las prostitutas griegas, máscaras y látigos de cuero, piercings genitales, orinales voyeuristas, masajeadores medievales y una réplica del famoso balancín de la Edad Media, que tenía, en cada extremo, un pene artificial.
Cosas del Museo del amor
Y como la propuesta del museo es abastecer todos los fetiches (incluso los más excéntricos), también tiene, un trono con un agujero adaptado en el centro, especialmente para la «lluvia dorada» o «baño marrón». Si no sabes qué es eso, aquí va una pista: piensa en las necesidades fisiológicas.
Una vez que estés ahí dentro, podrás sentir ligeramente lo que Anne Declos (bajo el seudónimo de Pauline Réage) nos mostró cuando escribió Historia de O, el único y erótico libro polémico sobre la dominación y la sumisión.
Pon, una de las maquinas del amor en tu vida y no te arrepentirás! Tanto si buscas placer a solas o en compañía, una Sex Machine es el complemento extra que siempre has querido comprar. En la actualidad es lo más cercano a sexo futurista y robótico, pero estamos seguros que en los próximos años todos tendremos un androide sexual en casa.
Opción de la máquina del amor
Una Máquina del Amor es una opción excelente para tus momentos de placer en solitario o en pareja, podrás disfrutar de penetraciones profundas por parte de un amante eficiente e incansable (a menos que se vaya la luz), sólo tendrás que asegurarte de poner suficiente lubricante. Una Love Machine, te dejará las manos libres para utilizar otros vibradores o dildos y cumplir todas tus fantasías, al incorporar varios dildos, será como si te follaran varias personas a la vez.
En este sex shop puedes comprar maquinas del amor que se adaptan a todas las necesidades y fantasías, las tenemos en forma de asiento hinchable con vibrador, en formato de sofá Love Lounger con dildos intercambiables, orientadas a un uso más profesional o intensivo como la VersaFuk o la Maestro Fuck Machine, o máquinas del amor portátiles por si te apetece jugar fuera de casa, nadie sabrá que la llevas en el equipaje.
Las máquinas sexuales de este sexshop son muy ergonómicas y con ellas podrás ponerte en la posición que más te apetezca, harán que tus juegos solo/a o en pareja sean todavía más divertidos!